Cherry Vann, elegida como la primera arzobispa lesbiana en Gales
La Iglesia de Gales se suma a la integración de las personas del colectivo LGBTQ+ como parte de la religión. Y es que esta institución gaélica anunciaba a Cherry Vann como su nueva dirigente desde el pasado miércoles 30 de julio.

Vann no solo es la nueva arzobispa de Gales y primera mujer en liderar una de las iglesias anglicanas de Gran Bretaña, sino que, además es la primera lesbiana en ocupar el cargo de arzobispa a nivel mundial.
Según The Guardian, este nombramiento histórico se decidió tras dos días de deliberaciones por parte de un colegio electoral compuesto por clérigos y laicos.
Dentro de la comunión anglicana, las mujeres pueden acceder al sacerdocio desde hace poco más de treinta años. Se trata de una de las pocas comunidades religiosas que cuentan con este pequeño avance, de mayor impacto gracias a la inclusión de una persona homosexual.
Vann fue una de las primeras mujeres ordenadas como sacerdotes en la Iglesia de Inglaterra en 1994, desde su trayectoria eclesiástica iniciada en 1980, cuando se formó para el ministerio en Westcott House, Cambridge, y ordenada diacona en 1989.
Desde entonces, la participación femenina ha ido ganando espacio en esta institución, así como en la Iglesia de Gales. Aunque son organismos independientes en términos legales y administrativos, ambas iglesias están unidas por su pertenencia a la comunión anglicana.
La actual arzobispa, de 66 años, cuenta con casi once años de trayectoria como arcediana de Rochdale en la diócesis de Mánchester. Ahora, inicia esta labor como sucesora del anterior arzobispo galés, Andrew John.
Un avance más que positivo, teniendo en cuenta las polémicas y la problemática conducta de su predecesor. Fue en junio de este mismo año cuando John renunció abruptamente después de la publicación de un informe de la catedral de Bangor, en el norte de Gales. El documento incluía quejas sobre lenguaje inapropiado, consumo excesivo de alcohol y “una cultura en la que los límites sexuales parecían difusos”.
Ante esta situación, la arzobispa Vann ha declarado su responsabilidad para ejercer de mejor manera su título y asumir las consecuencias de John. “Lo primero que tendré que hacer será asegurarme de que los problemas planteados en los últimos seis meses se aborden de forma adecuada, y trabajar para lograr sanación y reconciliación, así como para construir un nivel de confianza realmente sólido en toda la Iglesia y las comunidades a las que sirve”, compartió en su nombramiento.
Se trata de un hito histórico tanto para la institución como para la comunidad anglicana, que va más allá del territorio anglosajón y el dominio de Reino Unido. Vann encabeza este avance significativo a favor de la igualdad de género y la visibilidad, inclusión laboral y aceptación del colectivo LGTBI+.
Este nombramiento podría allanar el camino para otro hito histórico: la elección de una mujer como Arzobispo de Canterbury, quien es el funcionario más alto de la Iglesia de Inglaterra, solo por debajo del monarca. El puesto aún está vacante después de que Justin Welby renunciara a finales de 2022.
Guli Francis-Dehqani, la Obispo de Chelmsford, y Sarah Mullally, la obispo de Londres, se posicionan como posibles sucesoras. La lista de candidaturas ya está concluida por la Comisión de Nominaciones de la Corona (CNC), aunque se desconocen los nombres de aspirantes. Será a finales de este 2025 cuando se confirme a la persona elegida para esta vacante.