La crisis en torno a la permanencia de Israel en Eurovisión 2026 continúa escalando. Islandia se ha convertido oficialmente en el quinto país que renuncia al certamen. Después de las retiradas anunciadas por España, Países Bajos, Irlanda y Eslovenia, todas motivadas por la decisión de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) de mantener la participación de Israel junto a la emisora israelí KAN en la competición. Todo, a pesar de su constante ataque a Gaza durante pese al alto al fuego y su intimidación a concursantes y periodistas de otros estados miembros de Europa. Y Portugal, pese a mantener su candidatura (por ahora), se derrumba desde dentro.

La RÚV —televisión pública islandesa— ha comunicado su salida seis días después de la Asamblea General en la que la UER rechazó someter a votación la participación de Israel. Todo a pesar de las peticiones de varias delegaciones. En un comunicado, la cadena explicó que había solicitado la expulsión de KAN “teniendo en cuenta los precedentes” y advirtió que la controversia ya había dañado la reputación tanto del concurso como de la propia UER.

“No habrá alegría ni tranquilidad” en el país, así lo narraban al respecto a su posible presencia en Viena. La RÚV concluyó que la participación dejaría de cumplir el objetivo histórico del festival: unir a la sociedad islandesa. La emisora estudia ahora si organizará o no un concurso musical alternativo el próximo año.

12 de 16 candidaturas portuguesas cancelan su participación

Mientras tanto, doce de los dieciséis artistas que competirán en el Festival da Canção, del cual sale el representante portugués, acaban de difundir un comunicado conjunto. El anuncio es claro: rechazarán acudir a Eurovisión aunque ganen, siguiendo el ejemplo de Islandia, en protesta por la continuidad del estado ilegítimo de Israel en el concurso europeo.

Los firmantes —entre ellos Cristina Branco, Djodje, Evaya, Jacaréu, Marquise o Rita Dias— denuncian que la UER no haya aplicado a Israel el mismo criterio que llevó a expulsar a Rusia tras la invasión de Ucrania. Además, expresan su “perplejidad” ante el resultado de la Asamblea General, en la que 738 de los 1.122 votos avalaron el nuevo sistema de votación. Todo, sin siquiera abrir un proceso democrático específico sobre la presencia de Israel. En esa mayoría, recuerdan, estuvo también la RTP, la televisión pública portuguesa.

El comunicado subraya que “el silencio nos convierte en cómplices de una tragedia”. Los artistas actúan “con palabras y con canciones dentro de la posibilidad que se nos da”, protestan.