Entrevista a Restinga, artista independiente: “Me divierte transformar todas esas referencias en algo propio”
La artista hispano-marroquí habla sobre identidad, mezcla de géneros, nostalgia y la sorpresa de que Pedro Sánchez recomendara su álbum.
Restinga se ha convertido en una de las voces más singulares de la escena emergente gracias a un sonido que mezcla sus raíces marroquíes, la cultura club y el pop que la acompañó desde pequeña. Su música funciona como un espacio donde conviven guitarras distorsionadas, ritmos de raï y elementos electrónicos que reconfigura a su manera, siempre desde la intuición y el juego. Con naturalidad y honestidad, habla de nostalgia, identidad, referentes culturales y del inesperado momento en que Pedro Sánchez recomendó su álbum, un suceso que aún le resulta tan curioso como divertido.
Tu nombre artístico significa “banco de arena en las profundidades del mar”. ¿Es casualidad o lo elegiste por algún motivo?
Restinga: Es casualidad. Realmente surgió porque sonaba a cómo soy yo. Y dije: “Bueno, esto tiene que tener un significado”. Lo busqué, pero fue después. De hecho, al parecer también hay un sitio en Canarias que se llama así. Pero sí, casualidades.
Una fusión de sonidos
Sueles moverte entre sonidos de club, pop, influencias árabes… ¿Cómo describirías tu mundo sonoro?
Restinga: Es una mezcla de muchas referencias y épocas distintas. Vengo del pop, pero también de un poco de guitarreo, y además están las influencias de la música marroquí: el raï, el chaabi… Luego también la música club. Mezclo electrónica, algo de drum pop o dream pop en las guitarras, y ritmos que pueden venir del reggaetón o del funk carioca.
Empezaste tocando música desde pequeña y cuando te mudaste a Sevilla estuviste en bandas, pinchando, haciendo DJ sets… ¿Qué crees que se nota de este aprendizaje en tu proyecto, a nivel sonoro o lírico?
Restinga: De pequeña tenía un grupo. Mi madre siempre tocaba la guitarra y todo era muy metalero. Creo que de ahí queda ese toque de guitarreo: tengo una canción con una guitarra afinada en drop D con distorsión, por ejemplo. Y de Sevilla, al empezar a pinchar, la música club influyó mucho: los ritmos, los sintes… Sobre todo eso, jugar con estilos distintos.
Tu música contiene mezclas muy particulares. ¿Qué te motiva a experimentar con esas combinaciones?
Restinga: Me sale natural. Es como poner en orden lo que escucho y lo que tengo en la cabeza. Me divierte transformar todas esas referencias en algo propio sin dejar nada fuera, aunque parezca que no encaja. Es jugar hasta llegar a un punto que me haga sentir cómoda.
Creando desde lo personal
Tu canción abrazaditas habla de un amor entre dos chicas. ¿Qué significó para ti escribir esa canción?
Restinga: La escribí hace mucho. Hablaba de emociones que tenía entonces. Fue de las primeras que saqué, creo que la segunda. En ese momento era un poco extraño, porque fue hace muchos años. He tenido que trabajar muchas cosas, voy mucho a terapia, y ahora lo tengo muy trabajado. Pero antes sí me costaba sacar un tema que hablara de cómo me podía sentir con una chica. No sé si era miedo o inseguridad. Mi familia paterna es marroquí, y eso también pesaba.
Ahora, en cambio, tengo letras en mi disco en las que hablo de eso, incluso en dariya (el dialecto marroquí). Siento que lo hago desde otro sitio, con menos miedo.
Entonces, ¿la música funciona como terapia para ti?
Restinga: No, no es terapia. Yo voy a terapia. La música es más un reflejo de cómo me voy trabajando como persona. Hacer música es algo muy personal para mí, y luego lo comparto. Cuando lo compongo y lo saco, siento que deja de ser mío: fue mío en su momento, pero después es para quien quiera escucharlo.
Es como compartir una parte de ti.
Restinga: Sí, algo así. Hago música porque me apetece, es algo mío, y luego lo comparto.
Tu tema Free Baby parte de una canción infantil muy conocida en el mundo árabe. ¿Puedes hablar un poco de esa composición?
Restinga: La canción se llama Baba Fin. Yo la escuchaba de pequeña, se hizo muy famosa. La recuperé, la escuché y me moló. Baba Fin significa “Dónde está papá”.
Es una canción infantil en la que alguien llama por teléfono preguntando “¿Dónde está tu padre?”. Se me ocurrió usar esa palabra Fin (“dónde”) y convertirla en una reflexión sobre la figura paterna ausente.
A nivel musical, usé el patrón básico de drbuga (el instrumento de percusión). Es parecido al patrón de la canción original. Y luego lo mezclé con funk favela, porque encajaban muy bien. Y a partir de ahí empecé a montar más cosas.
¿Qué te atrae de convertir recuerdos o códigos culturales propios en algo completamente nuevo, como en esta canción?
Restinga: Para mí ya no es tanto una herencia como una realidad que no quiero perder. Vivir en España no significa que quiera desconectarme de mi país o de mi cultura. He vivido más años en Marruecos que aquí, me crié allí.
A mi música no llega tanta gente, pero para mí es interesante mezclar esas dos vertientes musicales que son tan distintas. Me hace ilusión poder unirlas.
No quiero centrarme en hacer “puro bedroom pop”, por ejemplo. Me aburriría.
A mucha gente que emigra le pasa eso. A veces escuchas más música tradicional estando fuera de tu país que dentro.
Restinga: Claro, es la nostalgia. Allí lo escuchas porque forma parte de tu día a día. Aquí es una forma de mantenerlo presente.
El Primavera Sound y Pedro Sánchez
¿Ha cambiado algo en tu día a día o en tu proyección desde entonces?
Restinga: No. Tengo más reproducciones, pero nada más.
Las redes funcionan de forma muy rápida y poco duradera. Todo es muy efímero.
Ojalá tuviera repercusión en el sentido de que me llamaran más para tocar o ganar algo más de dinero tocando. Pero más allá de eso, me da igual.
¿Hacia dónde te gustaría evolucionar en los próximos años?
Restinga: Ahora estoy intentando sentarme a hacer música. No estoy muy centrada, y para componer hay que echar horas hasta llegar a un sonido. El otro día hablando con mi compañera de piso, me di cuenta de que me interesa investigar sonidos tipo trip-hop de los 90. Quizá mezclar eso con sonidos árabes o marroquíes. Todavía lo tengo como en una nebulosa. Fue la primera vez que lo verbalicé.
Me gustaría sacar un EP, pero tengo que ponerme. Y quiero tocar mucho.
Mirando hacia el futuro
¿Ha cambiado algo en tu día a día o en tu proyección desde entonces?
Restinga: No. Tengo más reproducciones, pero nada más.
Las redes funcionan de forma muy rápida y poco duradera. Todo es muy efímero.
Ojalá tuviera repercusión en el sentido de que me llamaran más para tocar o ganar algo más de dinero tocando. Pero más allá de eso, me da igual.
¿Hacia dónde te gustaría evolucionar en los próximos años?
Restinga: Ahora estoy intentando sentarme a hacer música. No estoy muy centrada, y para componer hay que echar horas hasta llegar a un sonido. El otro día hablando con mi compañera de piso, me di cuenta de que me interesa investigar sonidos tipo trip-hop de los 90. Quizá mezclar eso con sonidos árabes o marroquíes. Todavía lo tengo como en una nebulosa. Fue la primera vez que lo verbalicé.
Me gustaría sacar un EP, pero tengo que ponerme. Y quiero tocar mucho.


