Entrevista a Gala del Sol, directora de 'Llueve sobre Babel'
La reinvención del purgatorio dantesco se viste de retrofuturismo punk y tiene espacio para las historias queer. Las identidades se entremezclan en el corazón descrito por Gala del Sol en ‘Llueve sobre Babel’, y dan vida más allá de la muerte.
“¿Cuál es el elixir de tu vida?”, pregunta un Boticario desde el otro lado de la barra. En Llueve sobre Babel, las identidades se mezclan con colores, las historias reman a contrarreloj contra La Flaca (la Muerte), una mujer de melena afro y estilada a juego con el bar, su Inframundo particular. Allí, apuesta años de vida con borrachos y almas errantes. Cada personaje —movido por la desesperación, el amor o la redención— decide arriesgar tiempo de su existencia para salvarse o salvar a otro. Gala del Sol (1996, Colombia) crea un universo cinematográfico por medio del color, la música y el empoderamiento. Donde la gente de desenmascara y donde hay espacio para contar historias LGBTIQ+ desde Latinoamérica.
Su reinterpretación de El infierno de Dante llega desde una óptica completamente inesperada: un purgatorio tropical habitado por personajes extravagantes que se cruzan con “La Flaca”, la muerte personificada, en el mítico bar Babel. Una premisa que Gala del Sol ha presentado en el Festival de Málaga, también proyectándose en salas de Madrid y Barcelona. Viene directa de su nominación en el Sebastiane Latino y del premio Panorama España del 24º. Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria.
Retrofuturismo trópico-punk y celebración queer
“Retrofuturista, trópico-punk, o steampunk tropical”, así define Gala del Sol su mundo vibrante, queer y profundamente fantástico. Salamandras que hablan, sombras masoquistas, un prostíbulo de enanos y gitanos centenarios que sobreviven desde el siglo XIX. A diferencia de muchas historias queer cargadas de tristeza, esta película busca celebrar, sanar y empoderar. “¿Por qué no hacer algo distinto que celebre este mundo queer y que termine bien?”, cuestiona.
“Dios no odia a nadie, son los hombres, imperfectos, orgullosos. Quienes, bajo la bandera de lo divino, condenan a los que son como tú. Para sentirse superiores”, ‘Llueve sobre Babel’ (2024).
El relato se articula a través de cuatro líneas narrativas, dos de ellas con protagonistas del colectivo LGBTIQ+:
Jacob (William Hurtado), hijo de un pastor que atraviesa el conflicto de revelar a su familia que es gay y desea ser drag queen. Su historia arranca el día de su debut como artista drag, teloneando a la legendaria orquesta de salsa La Mambanegra junto a la “madre drag” y confidente de su grupo.
Dante (Felipe Aguilar Rodríguez), mano derecha de La Flaca (Saray Rebolledo) y cobrador de almas. Murió hace 20 años tras hacer un pacto cuyo contenido ha olvidado por completo. Un hombre que se enamoró de su compañero, años atrás, cuyo destino se teje sobre amores olvidados.
Uma (Celina Biurrun), una gitana argentina que intenta salvar a su hija enferma apostando años de vida con la Flaca. Paralelamente, Timbí (José Mojica), el hijo del dueño de Babel debe localizar al cantante de La Mambanegra, quien no responde llamadas.
Monet (Johan Zapata), un poeta y vendedor de drogas que sufre una sobredosis de “peyote en gotas”, una sustancia propia de este universo paralelo. Convertido en fantasma, Dante acude a recoger su alma, pero Monet se niega a partir.
La historia cobra vida desde los años de universidad de su directora, cuando Gala del Sol empezó a soñar con una Cali alternativa en clave de steampunk tropical. De esos sueños nacieron los lugares y personajes que hoy habitan la película: Babel, Barbaco y otros espacios de esta dimensión paralela.
La libertad y la necesidad de sanar
Durante la pandemia, trabajando por videollamada con actores de teatro sin experiencia en cámara, la directora propuso un ejercicio de creación de personajes que les permitiera sanar aspectos personales. De esa mezcla entre vivencias reales y el universo fantástico surgieron las historias. “Fue una película hecha al revés —explica—. Primero los actores, luego los personajes, y después el guion”.
Renunciar a alguna de las líneas narrativas habría significado, para alguno de los actores, renunciar también a un proceso de sanación. Por eso las cuatro historias conviven, se cruzan y construyen un relato coral tan excéntrico como emotivo.
“Yo tenía 23 años cuando empecé a escribir la película. Éramos jóvenes, todos entre 23 y 24 años, y simplemente queríamos sentirnos libres”, explica la directora.
Y este ejercicio artístico y emocional terminó convirtiéndose en una obra poderosa para públicos muy diversos, incluso para quienes nunca antes se habían acercado a narrativas LGBTIQ+. La directora cuenta entre risas el caso de un señor de 60 años que se le acercó tras una proyección: “Me dijo que ahora entendía mejor lo queer y que le iba a mostrar la película a su esposa”. Comentarios así confirman la capacidad transformadora del filme: tocar temas tabú desde la fantasía para hacerlos más accesibles.
Reinterpretando a Dante
“Si alguien estudioso de la literatura antigua ve esto, me mata”, bromea Gala del Sol. El descenso al inframundo, los arquetipos, el viaje espiritual… Todos los elementos dantescos de La Divina Comedia completan un universo latinoamericano, queer y punk. La intención nunca fue copiar, sino actualizar y transformar la obra para una nueva audiencia.
Esta dimensión espiritual se conecta con una parte íntima de la vida de la cineasta. Antes de dedicarse al cine, planeaba ser monja: primero católica en su adolescencia, luego budista, atraída por un monasterio de Nepal donde las monjas practicaban kung-fu. Estuvo a punto de dejarlo todo para irse a ese monasterio, hasta que su madre le planteó una pregunta decisiva: “¿Crees que puedes hacer más por el mundo encerrada en un monasterio que a través de tus películas contando mensajes de amor?”. Así llegó a aplicar en la universidad de cine de Los Ángeles, aceptada con beca. Su destino, como su Dante, cambió para siempre.
La historia se compone de referencias mitológicas, “una sopa con un montón de cosas, pero con coherencia”. Sus personajes son, no obstante, profundamente reales, con figuras mitológicas como el Boticario (el diablo), Erato (un ángel guardián) o la Flaca (la muerte). Son estos los que crean el elemento de realismo mágico que Gala del Sol usa como descripción.
“Si no conectas con uno, conectas con otro. Para algunos espectadores, la historia de Jacob resuena; para otras personas, el amor incondicional de Uma hacia su hija despierta un reconocimiento inmediato. El público encuentra espejos emocionales en cada historia”.
Un universo que se expande: futuros proyectos en la ciudad de Maya
Llueve sobre Babel es la ópera prima de la directora, pero no el final de su exploración de este universo fantástico. Ya trabaja en su segundo largometraje, Ascension, también ubicado dentro de Maya, la ciudad del filme. La premisa se desarrolla con dos antiguos amantes que se encuentran en un motel, El Templo. Descienden al piso menos siete de ese motel que se transforma poco a poco en un templo interior, espacio simbólico donde la arquitectura responde al duelo y al recuerdo. La intención es rodar Ascension a finales del próximo año, con un tiempo estimado de postproducción de uno o dos años, hasta un estreno en 2027 o 2028.
Otro de los proyectos en desarrollo, They Call Them Fate, rescata el mito clásico de las moiras y lo reinventa con sabor retrofuturista. “Imagínate que fueran tres drag queens”, cuenta entre risas. La historia se sitúa en la ciudad de Maya, cien años antes de Llueve sobre Babel: un lugar que respira como una Nueva Orleans de los años veinte, vibrante, decadente, llena de música y vapor. En este universo, las tres moiras no cortan hilos: fuman habanos cubanos, y cuando el tabaco se consume, la vida asignada se extingue. Y, más adelante, querría adaptar el Carmilla de Sheridan Le Fanu, también en Maya.
Entre festivales, estrenos y su futuro en plataformas
Todavía navega la ola de éxito de Lluvia sobre Babel. Aún están asistiendo a festivales; recientemente se proyectó en Leeds (Reino Unido), y ya ha pasado por Rotterdam, uno de sus hitos europeos.
Aunque se encuentra simultáneamente en salas de 13 países europeos, además de Túnez y Corea, continúa el circuito festivalero con aproximadamente treinta proyecciones más hasta marzo, fecha en la que la película estrenará oficialmente en salas de Colombia. En parte de Europa llegará a HBO, aunque España aún se encuentra pendiente de distribución. “Ojalá nos cojan una plataforma también para España”, comenta con optimismo.
Y es que Llueve sobre Babel ha ganado el corazón de muchos espectadores: en clubs de fans de México, estudiantes que recrean el vestuario para “noches Babel” en Inglaterra, mensajes de agradecimiento desde múltiples países y una efervescencia en redes que lo ha tomado por sorpresa. La película ha encontrado un eco sensible y expansivo, una comunidad que se refleja en su estética, en su poética y en su forma de entender lo fantástico. Ahí yace el elixir de la vida de Gala del Sol.
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