'House of Guinness' genera debate en Irlanda por trama gay, entre otras cosas

La serie de Netflix provoca críticas por su historia LGBTQ+ considerada inventada, acentos irlandeses forzados y retratos estereotipados de la familia Guinness.

Controversia por la trama LGBTQ+ y la fidelidad histórica

Desde su estreno, House of Guinness ha generado debate en Irlanda. Gran parte de la polémica gira en torno a la inclusión de una trama LGBTQ+ entre miembros de la familia Guinness, que descendientes y críticos consideran inventada y poco respetuosa con la historia real.

Molly Guinness, bisnieta de Sir Benjamin Guinness, expresó al The Times su indignación por cómo Steven Knight, creador de la serie, retrató a sus antepasados. “Arthur y Edward han sido convertidos en personajes caricaturescos, y sus supuestas relaciones gay son ficticias”, señaló.

Críticas a los acentos y la ambientación

Además del debate LGBTQ+, la serie ha sido criticada por los acentos irlandeses forzados de los actores británicos. James Norton, que interpreta a Sean Rafferty, ha sido señalado como el más discordante, con un acento comparado con caricaturas como “Darby O’Gill”.

Ed Power, del Irish Times, destacó que la serie se filmó en Liverpool y no en Dublín, y calificó el entendimiento de Irlanda bajo el colonialismo como “rudimentario”. La banda sonora moderna, que incluye a Fontaines D.C y Kneecap, también fue cuestionada por desentonar con la época del siglo XIX.

Opiniones mixtas de la crítica

Algunos medios, sin embargo, han elogiado la serie. Roland White (Daily Mail) destacó la tensión familiar, y Jack Seale (The Guardian) valoró la combinación de “inteligencia, corazón y atractivo sexual”. Pero muchos espectadores consideran que los errores históricos y los acentos forzados superan estos méritos.

En redes sociales, la serie ha sido descrita como un intento fallido de combinar Succession y Peaky Blinders, con personajes poco auténticos y estereotipados.

Imagen familiar distorsionada

Molly Guinness también criticó la representación de la filantropía de su familia, mostrada en la serie como interesada o egoísta, cuando en realidad realizaron donaciones millonarias a causas sociales en Londres y Dublín.

A pesar de las críticas, Molly reconoce que la serie puede generar debate y diversión, especialmente al ver cómo exagera y distorsiona la historia de los Guinness.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *