La tibieza ganó a la pasión: Europa "expulsa" a España mientras se aferra a Israel

La Asamblea de la UER rechaza votar la participación de Israel y desencadena una retirada histórica.

Durante la tarde de hoy, Europa ha optado por mantener a Israel en Eurovisión 2026, pese a las críticas de varias delegaciones, y ha dejado fuera a algunos de sus miembros más históricos y con mayor peso simbólico y económico. La decisión de la UER refleja un contraste claro: mientras España defendía su postura con fuerza, la mayoría europea eligió la tibieza, priorizando la estabilidad del concurso por encima de los intereses de sus propias delegaciones.

El transcurso de la asamblea

La jornada comenzó con tensión en la sede de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), en Ginebra. Reuters retransmitía en directo los accesos a una de las reuniones más sensibles de los últimos años. Martin Green, director del festival, abrió la sesión explicando los cambios regulatorios ya avanzados por la organización.

Después intervinieron Turquía, Eslovenia, Noruega, Suecia, España, Ucrania y Bélgica. Turquía, Eslovenia, España y Bélgica criticaron con fuerza la presencia de Israel. Noruega apoyó las reformas técnicas. Suecia pidió evitar que el concurso se politizara. Ucrania rechazó que el asunto se sometiera a votación.

Israel defendió que la emisora KAN no ha incumplido ninguna norma. El Reino Unido reforzó esa idea y exigió proteger el carácter supuestamente apolítico del festival.

España fuerza la votación

RTVE tomó la palabra con determinación. Solicitó una votación secreta sobre la expulsión de Israel. Ocho países respaldaron la propuesta, más de los cinco necesarios para activar el procedimiento. Parecía que la votación iba a celebrarse, pero la UER decidió primero llevar a aprobación las nuevas reglas del certamen. Ese giro fue decisivo.

El resultado fue claro: 738 votos a favor, 264 en contra y 120 abstenciones. Las nuevas normas quedaron aprobadas y, con ello, se bloqueó toda posibilidad de votar de manera específica la participación de Israel. Minutos después, la UER confirmó lo inevitable: Israel estará en Eurovisión 2026.

Los cuatro países que se van

La primera retirada llegó a las 18:20, cuando Países Bajos, miembro fundador, anunció su marcha. El impacto fue inmediato. Poco después, hacia las 18:37, España se retiró también. RTVE acusó a la presidencia de la UER de negarle un voto directo sobre Israel y aseguró que la decisión confirma la existencia de “presiones políticas”. La tensión creció aún más a las 19:00, cuando Irlanda, el país con más victorias históricas, comunicó su salida. Finalmente, minutos antes de las 20:00, Eslovenia confirmó que abandona el certamen. En conjunto, estas retiradas reducen drásticamente la participación prevista para 2026 y dejan el 70º aniversario en mínimos históricos.

La salida de España tiene además un impacto tangible: en 2024 abonó 334.000 € en cuota de participación a la UER, aportó 19,2 millones de espectadores en Eurovisión 2025, y su representante, Ana María Bordás, preside actualmente el Grupo de Referencia, el órgano más relevante dentro de la estructura eurovisiva.

Los nórdicos ‘se hacen los suecos’

Mientras otros países tomaban decisiones tajantes (tanto a favor como en contra), los nórdicos optaron por esperar. Finlandia publicó cuatro condiciones técnicas para mantenerse en el concurso, pero evitó posicionarse sobre Israel. Suecia, una de las voces más influyentes, pidió no politizar el certamen y pospuso cualquier postura clara hasta conocer el resultado de la votación. Una actitud que muchos interpretaron como una estrategia para alinearse con la mayoría únicamente cuando ya estuviera definida.

¿Estaba el voto condicionado?

La víspera, el ministro de Cultura alemán, Wolfram Weimer, reconoció ante el Bundestag que Alemania había realizado múltiples gestiones para asegurar que Israel pudiera participar.

Afirmó que excluirlo convertiría el concurso en “un tribunal” y advirtió que Alemania se plantearía retirarse si la UER expulsaba a Israel. Su intervención, procedente de uno de los países con mayor peso político y financiero en la UER, contribuyó a moldear el clima previo a la votación.

Con la aprobación de las nuevas reglas y el cierre del debate, la organización zanjó cualquier posibilidad de reconsiderar la cuestión.

Israel estará en Eurovisión 2026.
Europa, sin embargo, queda más dividida que nunca, mientras ha preferido sacrificar a delegaciones históricas y con peso en el festival antes que cuestionar la presencia de un país joven y no europeo.

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