Primer Jubileo de las comunidades LGTBIQ+ en el Vaticano

El Vaticano acogió por primera vez a fieles LGTBIQ+ en una peregrinación jubilar sin precedentes.

El pasado fin de semana, del 5 al 7 de septiembre, el Vaticano fue escenario de un acontecimiento histórico: el primer Jubileo en el que participaron de manera oficial creyentes católicos pertenecientes a la comunidad LGTBIQ+. Más de 1.300 fieles de 40 países se dieron cita en Roma para asistir a misas, vigilias y, sobre todo, a la esperada peregrinación hasta la Puerta Santa de la basílica de San Pedro.

Aunque en el calendario oficial no se utilizó expresamente el acrónimo LGTBIQ+, el evento fue registrado como la “Peregrinación de la Asociación La Tenda di Gionata y otras asociaciones”, en referencia al colectivo fundado en Italia en 2018 con el objetivo de dar espacio y acogida a católicos marginados por su orientación sexual o identidad de género.

La programación incluyó una vigilia en la Curia General de los Jesuitas donde se expuso una cruz con los colores del arcoiris, y una misa solemne celebrada por el obispo Francesco Savino. Posteriormente, la comunidad participó en la procesión hacia la Puerta Santa, uno de los ritos centrales de todo Año Santo.

Figuras clave como el jesuita James Martin, defensor del diálogo entre la Iglesia y las personas LGTBIQ+, y el párroco Andrea Conocchia, conocido por acompañar a mujeres trans trabajadoras sexuales en Roma, también participaron en los actos.

El Jubileo LGTBIQ+ se vivió como un paso sin precedentes en la historia reciente de la Iglesia católica. “Es un punto de inflexión, es reconocer que esta es nuestra casa, que estamos, que existimos”, declaró el teólogo español Luisma González, quien viajó con un grupo de peregrinos desde España.

La celebración reflejó el legado de apertura impulsado por el papa Francisco, que en múltiples ocasiones abogó por la inclusión de las personas homosexuales y trans en la vida eclesial. Sin embargo, persisten dudas sobre la posición que adoptará el actual pontífice, León XIV, quien todavía no se ha pronunciado con claridad sobre el futuro de esta relación.

Para muchos fieles, la presencia de la comunidad LGTBIQ+ en el Jubileo no fue solo un gesto simbólico, sino también una declaración de fe y pertenencia. Una señal de que la Iglesia, poco a poco, comienza a abrir espacio a quienes durante décadas se sintieron en los márgenes.

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