Transfobia, homofobia y desinformación en el Congreso de los Diputados: el discurso de odio de Francisco Javier Borrego

“Hoy me siento mujer”, ha sido la burla de Francisco Javier Borrego, exmagistrado del Tribunal. La Federación estatal LGTBI llevará el caso a Fiscalía.

El exmagistrado del Tribunal Supremo, Francisco Javier Borrego, hizo un acto de aparición en el Congreso de los Diputados para burlarse del colectivo LGTBI+. Bajo la invitación de Vox, cuestionó y negó las leyes fundamentales en este acto organizado por la extrema derecha.  «Hoy me siento mujer. Me llamo Francisca Javiera y soy mujer; y no me lo discutan que les llevo por delito de odio a un tribunal», así empezaba el discurso del exmagistrado. 

Asimismo, no se olvidó el exmagistrado de cuestionar el consentimiento en las relaciones sexuales: «Aquí somos adultos, algunos hemos tenido relaciones sexuales. ¿Cuánto es todo el tiempo de una relación sexual?». 

El discurso de odio viene regulado en el artículo 510 del Código Penal español. Castiga la incitación pública, directa o indirecta, al odio, la hostilidad, la discriminación o la violencia contra un grupo o persona. Entre los motivos, por casos de género, de orientación o identidad sexual. Y Francisco Javier Borrego habría acometido contra estos últimos.

 

Respuesta de la Federación estatal

De la misma manera, la Federación estatal LGTBI ha confirmado que las declaraciones de Francisco Javier serán remitidas a la Fiscalía. De esta forma, según el mismo artículo, al exmagistrado podría caerle un mínimo de 6 a 12 meses de multa si el juez así lo declarase.

“Las instituciones no pueden ser altavoz del odio. Urge un Pacto de Estado contra los discursos de odio, imprescindible para blindar avances normativos, proteger la dignidad de todas las personas y garantizar que los derechos humanos no se cuestionen ni se instrumentalicen”, aclararan desde la federación.

Tal y como lo aclaran, el discurso del odio al colectivo no es equivalente a la libertad de expresión: “Tiene consecuencias reales: los discursos de odio son la causa. Los delitos, la consecuencia”.

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